La Ruta Bética Romana pasa hoy por doce ciudades de las provincias de Sevilla, Córdoba y Cádiz. Discurre por la provincia más meridional de la Hispania Romana y abarca territorios por los que pasaba la antigua Vía Augusta.
En esta Ruta están comprendidos espacios paisajísticos de gran interés geográfico y natural como son el Parque de la Subbética Cordobesa, la Campiña, el Parque Natural de la Bahía de Cádiz, el Parque Natural de la Sierra de Hornachuelos, o el Valle del Guadalquivir.
La oferta turística de estos municipios contiene multitud de elementos dignos de ser admirados, como la Puerta de Sevilla en Carmona, la ciudad de Itálica en Santiponce, la Catedral de Cádiz, la Villa de El Ruedo en Almedinilla, las murallas de Marchena o los conjuntos arquitectónicos de Osuna, Écija y Córdoba.
Desde el siglo III a. C. hasta el siglo V, la Bética fue uno de los territorios anexionados al Imperio Romano. Bajo su dominio, este espacio geográfico fue reconocido por su producción minera, oleícola, cerealística y por el elevado nivel de romanización de sus habitantes. Muestra del grado de romanización alcanzado por esta provincia es la subida al poder imperial, a fines del siglo I y durante el II, de dos emperadores héticos: Trajano y Adriano, ambos nacidos en Itálica
La Vía Augusta fue un camino fundamental en el trazado de las comunicaciones en época romana. El gran eje geográfico de la región andaluza es el Valle del Guadalquivir. En la antigüedad, el río Betis y la Vía Augusta vertebraban las comunicaciones de la provincia Bética.