Itálica, ciudad romana fundada por el general Publio C. Escipión en el año 206 a. de C. para los soldados que bajo su mando combatieron contra los cartagineses, alcanzando la victoria en Alcalá del Río. El nombre que el fundador dio a su ciudad recordaba a Itálica, la tierra de origen de sus primeros habitantes.
Itálica tiene el honor de haber sido cuna de Trajano, el primer emperador romano nacido en una provincia del Imperio. No así el emperador Adriano que, si bien nació en Roma, vivió y se educó en
Itálica y fue protector de esta ciudad, en la que construyó un nuevo barrio en el siglo II, que pervivió hasta mediados del siglo III.
Itálica y fue protector de esta ciudad, en la que construyó un nuevo barrio en el siglo II, que pervivió hasta mediados del siglo III.
La ciudad vieja, fundada por Escipión, pervivió hasta la dominación musulmana y yace ahora bajo el casco urbano del pueblo de Santiponce, asentado aquí desde el siglo XVII. Dentro de su casco urbano se ha descubierto el Teatro, que data de finales del siglo I a.c..
En la ciudad nueva adrianea las excavaciones comienzan en el año 1781 y no han cesado desde entonces los trabajos arqueológicos, faltando aún mucho por descubrir, dada su gran extensión, observándose calles anchas con bordillos y aceras, cimentaciones de los pórticos, formando manzanas rectangulares de diversos tamaños.
Los edificios públicos -termas mayores, templo de Trajano- ocupan varias manzanas. Las viviendas -casa de la Exedra, de Neptuno, de los pájaros, del Planetario- generalmente ocupan media manzana. A Itálica llegaba el agua corriente a través de un acueducto, siendo distribuida a las casas por tuberías de plomo. La ciudad contaba además con cloacas para las aguas residuales. De este barrio nuevo se conserva también una parte de las murallas y una puerta flanqueada por torres. Extramuros se encuentra el gran Anfiteatro, uno de los de mayor capacidad del imperio -25.000 espectadores- con graderíos a tres niveles, de los que sólo se conservan parcialmente los dos primeros. Aquí se celebraban luchas de gladiadores y luchas con fieras.
En Itálica se han descubierto esculturas de la mejor calidad, que se conservan actualmente en el museo arqueológico de Sevilla.
EL TEATRO ROMANO
El Teatro de Itálica, adosado al este de la colina de San Antonio, es un edificio de piedra caliza, de la primera mitad del Siglo I d. c. (época Augusta).
Su más notable reforma tiene lugar en el siglo II d. c., cuando Adriano amplía urbanísticamente Itálica, creando la “Nova Urbs” y reformando el Teatro con el embellecimiento de mármoles polícromos de extraordinaria calidad y belleza.
Estuvo decorado con estatuas de magnífica factura que se ubicarían en la ORCHESTRA. Cerca del Teatro se encontraron esculturas que representan a la Diosa Venus, Diana Cazadora y otras estatuas, cuyas reproducciones se pueden admirar en Itálica, conservándose las originales en el Museo Arqueológico de Sevilla.
El Teatro fue descubierto por Francisco Collantes en la década de los años 70del siglo pasado. Desde entonces se ha visto sometido a varias actuaciones. Hay catalogadas aproximadamente 5.000 piezas que forman parte del Teatro, fundamentalmente de ornamentación, que se deben reubicar paulatinamente dentro del edificio para recuperar su imagen primigenia.
Su capacidad actual es de 2.000 localidades. El año 1997, después de casi dos milenios sin representaciones, el Teatro volvió a ser escenario de dramas y comedias clásicas, con la celebración del Primer Festival de Teatro Grecolatino.
Frente a las puertas del conjunto arqueológico, podemos encontrar una amplia zona de aparcamientos donde se puede aparcar sin problemas.
Ver Zona de aparcamiento frente al conjunto arqueológico de Itálica, Santiponce en un mapa más grande
