El visitante que llega a esta pequeña localidad encontrará un pueblo tranquilo, que vive de espaldas a las prisas, atascos y a la contaminación. Después de recorrer el recinto arqueológico de Itálica puede contemplar el Teatro romano, encuadrado en la zona más típica de la Villa. Suba al Mirador del Teatro y disfrutará de una panorámica excelente de la Vega del Guadalquivir. Por la Avenida de Extremadura podrá acceder al Enclave monumental San Isidoro del Campo, joya arquitectónica cuyo emplazamiento encierra una hermosa lección de historia.
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